"El lugar donde más florece el optimismo es en los asilos de lunáticos". Havelock Ellis
"Pues yo preferíria ser un optimista loco que un pesimista cuerdo". Albert Einstein

sábado, 21 de febrero de 2009

En aquello que fue, brotará lo que será




¿Los gatos irán al Cielo?

A Federico y Sarita, los encontró mi madre de casualidad un día recién nacidos.
Son gatos caseros, de esos que hacen arrumacos de algodon entre cojines esponjosos, que juegan con los ovillos y te hacen reír con tan sólo observarlos, mientras exploran su increíble mundo repleto de tesoros en forma de alambres, cuerdas, cordones de zapatillas, hilos, cremallares, broches, tirantes...

Son de esos gatos que viven abrazados entre sí, y que contagian la manera de dar calor cuando surge el vaivén de los olvidos.
Que asoman su cabecita por la cesta de la colada, y te tropiezas con la manguera de las flores, de la risa que te ha dado su espectáculo de escondites cotidianos que vuelven mágicos cualquier párrafo diario.

Los habían abandonado, eran muy muy cachorros, y mi madre los salvó a golpe de corazón y jeringazos de leche directa al estornudo de los que tiran la toalla, y el clinex de su expresión sucedánea, después de haberlo usado.

- "Estos gatos se salvan". Dijo ella con rotundidad.

Mi madre estaba como loca con sus gatillos:
-¡B! No sabes que gatos tengo, son una moneria, un capricho... son para comérselos.
Cuando me llamaba por teléfono y me hablaba de su Fede y de su Sarita, a mi me parecía que se había retrotraído a su infancia, los gatos la estaban ablandando, la hacían reír y añadían a su día a día ese toque fantástico que sólo dan, aquellos seres que ofrecen alegrías sin más propósito que demostrar que te quieren... tenemos tanto tanto que aprender de los animales.

Ellos pasaron a ser desde hace unos meses una prolongación de su ausencia, convertida en presente continuo. Los mimamos y los queremos tanto, como lo hubiera hecho ella, eran sus gatos, ella los había criado, los había resucitado de la crueldad de los sin nombre, que abandonan en cualquier acera, no sólo sus mascotas, sino también su corazón masticado por los elementos insustanciales adheridos a sus paredes como escarcha.




Sarita ayer tuvo un accidente. Parece que es un problema de médula, dice el veterinario que es probable que no tenga solución, y para que sufra, personalmente prefiero que la retome de nuevo en sus brazos, aquél ser especial que era mi madre, que es mi madre.
Que vuelva a acogerla con sus mimos y con sus jeringazos de vitalidad y fuerza. Que juegue con ella en su campo de amapolas rojas...
... y que mientras mi madre se echa crema de manos, la gata refriegue sus pestañas en la bata celeste de estar por casa, y no cese en su empeño de arrancarle la laca de uñas que pinta una sonrisa eterna en el tiempo de todas las marcas, en el tiempo de la añoranza ignorada... porque jamás podrá ser recordado, lo que nunca va a olvidarse. Porque nunca dejará de Estar y de Ser lo que fue, y será por siempre un amanecer...


Sé, que así será.



11 comentarios:

  1. Beso Neblina
    Precioso...

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  2. todos iremos al cielo,puesto que de él venimos... Precioso.

    Abrazos desde Irlhadia!

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  3. Y le lameteará los dedos mientras ronronea cariñosa en busca de calor, ese calor que tanto gusta a los gatitos. Te mando un beso de algodón...

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  4. Cat está absolutamente segura de que los gatos van al cielo.


    Un miau grande, grande.

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  5. Precioso, niña......
    Siempre estará, porque nunca se marchará.
    Todo quedará por siempre en Esencia.

    Besitos.

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  6. Anónimo22.2.09

    Estaba leyendo tu entrada con una sonrisa en los labios, mientras pensaba: "tengo q pasarle una fotillo de Federico y Sarita".... y derepente leo lo de sarita.. lagrimones como puños se me han caido, ais q pena.
    Puede ser que la necesite en su cielo y por eso se la lleva..... me tienes que contar bien que es lo que le pasa.

    un besito Ainos

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  7. Anónimo23.2.09

    Yo creo que la gente se va físicamente, pero nuestra alma queda con los que queremos, siempre, para volver a estar juntos de nuevo.
    Besos enormes.

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  8. me está rodando el lagrimón por la mejilla... qué bonito y qué triste.
    Un beso.

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  9. Muchas gracias a tod@s, de las de verdad, por majos que sois :)
    Y Bienvenidos, Beeril y Dara Scully.

    Sarita está muy pachucha, y aún no sabemos si tiene operación. Esperemos que sí.

    Un besazo***

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  10. De todos los textos que llevo leyendo desde que cree mi blog, te digo sinceramente que este tuyo es el que más me ha llegado al corazón.
    Me encantan los animales, pero me he sentido especialmente identificada conmigo porque mi madre también quería mucho a sus gatos y también hace unos meses que faltó.
    Yo me consuelo pensando que ahora estará con todos aquellos animalillos que tuvimos hace años y a los que tanto hemos recordado en casa.
    En mis entradas antiguas hay una que se llama "El gato", creo que te gustará.
    He dejado algo para tí en mi blog. Espero que te guste.
    Besos!!

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  11. ¡Graaacias Antònia!
    Será porque mientras escribía, lo sentía... y yo no me consuelo, así lo siento, las madres nunca se van, permanecen en nuestro interior y siguen dándonos luz, quizá, ahora más que nunca.
    ¡Un beso grande!

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